La muerte es un merecido descanso para los que realmente vivimos. Para las personas que luchamos cada puto minuto de nuestras vidas. Para los que no tenemos breaks entre los rounds de esta pelea. Para todos los que elegimos sobrevivir, en vez de conformarnos con vivir.

Solo imaginar el fin de esta constante lucha es algo reconfortante. Saber que dejarás de pelear por ser libre e independiente. Saber que ya no tendrás que discutir con las personas por defender tu forma de ser. Saber que ya no necesitarás persistir por trabajar en lo que quieres. Saber que ya no deberás caminar largas cuadras ni aguantarte el hambre varios días. ¡Qué rico debe ser sentir ese alivio! Aunque sea en los últimos segundos de tu vida.

Estoy seguro que la gente que murió defendiendo sus creencias y principios, también vieron la muerte como yo. Estoy seguro que las personas que no se atormentan con su pasado ni tiemblan por su futuro, piensan igual que yo.  Sé que todos aquellos, a quienes les importa más disfrutar una breve sonrisa, en vez de grandes billetes, sienten igual que yo.

Vivir es luchar, atreverse, sacrificarse, arriesgarse, disfrutar, reír, extrañar, joder, sangrar, renegar, fumar, tomar, tirar, querer, pelear contra todo y contra todos.

Las personas que realmente vivimos así, somos las que sonreíremos cuando, por fin, nos toque descansar.